Bitácora de sensaciones

Fuerte es el silencio

Elena Poniatopska

Estaba sentada frente a la computador, buscando la tarea de morfología que consistía en sufijos, cuando binó a mi mente el libro qué teníamos que leer titulado “fuerte es el silencio” de Elena Poniapska. Y me di a la búsqueda, dejando a media la otra tarea. Entonces encontré el libro en formato pdf. La portada contenía una imagen desgarradora para mí. Y digo para mí porque la cara de aquel niño era ara de tristeza y desolación ante esta vida. Me puse a reflexionar bastante y por fin decidí empezar a leer.

El prólogo de este libro tiene mucho que decir en cuanto hace referencia a las personas que no tienen un nombre en particular ante esta sociedad. Designándoles cualquier nombre, simplemente conocidos o no nadie le interesa. Porque son considerados simplemente  unos “bultos”, este bulto se le considera a la población más pobre. Que expresan ese silencio, un silencio que no se atreven a gritar. Hecho que se desarrollo en el primer subtema “Ángeles de la ciudad”.

Un ángel entonces para mí, es aquel que se  encuentra en las esquinas, pidiendo algunas monedas para comer, tanto a niños como personas mayores. Sufren, pero este sufrimiento se hace más grande. Porque a nadie le interesa las personas que se encuentran ahí, en las esquinas o fuera de centro comerciales, etc. Pero no tan solo las vemos ahí, hay niños que se ponen en medio de las carreteras vendiendo productos o lavando los parabrisas de los carros, pero nadie le interesa ver que pueden correr algún peligro. Eso lo veo día con día cuando viajo a la ciudad de Puebla. El camino que recorro me va mostrando esas imágenes que el libro presenta, y al recordarlo me llena de mucha tristeza porque no puedo hacer nada por esa gente.  En verdad quisiera poder ayudar pero no sé cómo. Sé que hay maneras de solucionar este, por así decirlo “problema”.

Todos somos parte  de esta sociedad entonces porque discriminamos a las personas.